LAS SORPRESAS DE LA VIDA
Sorpresas te da la vida se decía por ahí. Si, así es. Nunca piensas la capacidad de las personas para hacer el mal o para que parezca quer haces el mal, pero es grande, muy grande.
Sorpresa es la dignidad de pasar desapercibido por el mundo, sin magnanimidad y creer que queriendo hacer el bien para todos ó, casi todos, serás la persona que con gran capacidad de aguante, podrás vivir tranquilo sin más.
Cuando un ciudadano resulta herido de gravedad mentalmente, es muy difícil de soportar.
Personas que no agradaban ni eran de las simpatías de los principales números, 1 y 2.
El número 1 sobrado de envidia, de falsedad, de poca vergüenza, se empeñaba en sacar adelante su idea de ser yo, yo y solo yo. Fallida porque níngún número cercano se dejaban llevar por la adversidad de éste que se empeñaba en hacer creer que todo iba mal y por ende que se le tenía que atender a todas sus llamadas de auxilio engañoso.
El número 2, hastiado de soledad mental, contrariado por los sinsabores pasados, solo quería recibir muestras de como yo no hay nada, solo yo, todo yo y yo, yo, yo. Imposible de satisfacer a ningún número que no quiere ser nada más que yo.
Difíciles son las cosas cuando por necesidades, obligaciones, o cariño, no se deja actuar ó no se actúa como el número quiere.
La sorpresa de caer mal.
No tienes intención de nada, solo conocer a ciertas personas y tratar de sentirnos y hacer sentir que estamos en armonía.
Pero hay personas que solo quieren ser, yo, yo, yo. ¡
Cuando a través de todos los tiempos se comprueba que la falsedad es lo que prima en la realidad mayormente, después se ve que también prima la falta de empatía y por último el egoísmo, sin más, acontecen movimientos que vuelcan para atrás.
Las noticias corrian disimuladamente por entre los personajes de la visión nefasta hacia algunas personas.
Número 1) Se dice: quiero que el mundo sea solamente mío, de nadie más. ¿Cómo es posible? estas equivocado, eso nunca ha sido, ni nunca será, arremeten.
Bueno dice él, pero es lo que yo quiero y así tiene que ser, si no, estropearé todo aquéllo que tengan los demás de forma sibilina. ¿Cómo preguntan?
Mis pensamientos, mis palabras, mis deseos, mis actos, mis, mis, mis.... conseguiré destruir al que no me conforme.
¿De verdad te crees éso? preguntan. Desde luego, todo tiene que ser agradable para mi, cómodo, alegre y además con completa sumisión.
La respuesta: estáte tranquilo, número 1 porque no vas a tener nada de lo que dices. Si quieres conseguir algo, tendrás que ser más comprensivo, más humilde, menos autoritario y quizá, sólo quizá, podrás conseguir que los otros te ayuden pero nada más.
Me sorprende que digáis éso, yo soy yo.
Ya, y los demás son los demás.
¡SORPRENDENTE!
Número 2) Se dice: No quiero que ningun número esté a mi alrededor, yo solo me basto, soy infalible,único, solo yo, soy Dios. Así con mayúsculas, fuerte, agerrido, sin tibiezas, soy capaz de salir hasta de mi tumba.
Le responden: nadie es Dios, o todos lo somos, pero desde luego nadie tiene el poder de ser infalible.
Yo si, se dice el numero 2. Me basto y me sobro y lo único que puede pasar al que no lo acepte, es que mi maldad, mi poder, mi visión, mi, mi, mi, mi....se vuelva en contra de ellos.
Verdaderamente, parece que no tienes corazón, cuando creemos que es muy grande, pero... este afán de ser uno mismo sin más, como si el resto no fuésemos nadie, como si solo tú supieras que hacer y como hacer, demuestra tu falta de valor para afrontar las cosas nuevas, tu falta de sentimiento y tu falta de humildad.
No creas, dice, nadie como yo superará todo los que yo he superado, nadie sabrá reaccionar, salir, y triunfar.
¿SORPRENDENTE!
Ja,ja,ja... Venga ya no te subas tan arriba, que te vas a caer muy fuerte.